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Conocemos qué es la antigimnasia de la mano del portugalujo Raúl Mayor. En Objetivo Bizkaia.

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La antigimnasia de Raúl Mayor promueve el bienestar a través de movimientos sencillos y personalizados, sin objetivos físicos tradicionales.


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La antigimnasia es una práctica poco conocida en algunas partes de España que se enfoca en la conciencia corporal y el bienestar general. Surgida en los años 70, busca devolver el cuerpo a su estado natural, aliviando tensiones y dolor. A diferencia de la gimnasia tradicional, no se centra en objetivos físicos como la musculación o pérdida de peso. Los movimientos son sencillos y respetan la biomecánica del cuerpo, minimizando el riesgo de lesiones.

El objetivo de la antigimnasia, principalmente, es ver qué ocurre en el cuerpo de cada uno, porque claro, cada uno tiene su historia y cada uno funciona de una manera.

Fundamentos y beneficios de la antigimnasia

La antigimnasia busca la conciencia corporal y la comprensión del funcionamiento del cuerpo sin exceder sus límites. Se centra en escuchar y entender los mensajes del cuerpo, no solo cuando hay dolor o esfuerzo. Permite comprender cómo el cuerpo se ha ido estructurando frente a las circunstancias vitales, identificando zonas que se han ido cerrando o agarrotando con el tiempo.

Esta práctica ofrece un espacio para frenar y liberarse del estrés en un mundo acelerado, centrando la atención en el presente. Tiene efectos relajantes y reduce la ansiedad, especialmente si se practica de forma continuada. Además, desarrolla la motricidad y coordinación, siendo particularmente útil para personas mayores.

Los movimientos son sencillos y precisos, diseñados para lograr efectos específicos. "Se respeta muchísimo la biomecánica del cuerpo, la forma en la que está diseñado para trabajar y también la biodinámica que es la forma en la que se mueve". Esto permite que prácticamente cualquier persona pueda realizarlos sin riesgo de lesiones, independientemente de su condición física.

La práctica ayuda a recuperar movilidad y flexibilidad en partes del cuerpo que normalmente no se utilizan o se usan de forma limitada. "A través del movimiento se puede permitir el recuperar movilidad, recuperar cierta flexibilidad, flexibilizar las articulaciones, los músculos y permitir que el desarrollo del movimiento corporal sea más sencillo, menos molesto".

Estructura y dinámica de una sesión de antigimnasia

Las sesiones, guiadas por profesionales certificados, duran entre una hora y una hora y media. Se realizan en grupos pequeños, permitiendo una atención personalizada y libertad de movimiento para los participantes. El instructor sugiere una serie de movimientos con una lógica secuencial, estructurados en etapas para facilitar el logro de los objetivos de la sesión.

A pesar de las sugerencias y explicaciones del profesional, el cliente tiene la libertad de decidir cómo realizar los movimientos y hasta qué punto llevarlos. "En realidad eh yo no sé los límites que puede tener el cuerpo de un cliente", por lo que se respeta la autonomía y la realidad corporal de cada participante.

Los grupos suelen ser reducidos, con un máximo de 10 personas, aunque algunos profesionales lo limitan a 8. El número ideal ronda las 5 personas, permitiendo suficiente espacio personal y facilitando las dinámicas de grupo que surgen naturalmente durante la práctica.

Se recomienda ropa cómoda y amplia, evitando accesorios como relojes o gafas que puedan interrumpir el movimiento. Generalmente, se practica descalzo, aunque en invierno se permiten calcetines para mantener el confort térmico.

De la animación 3D a la antigimnasia: el centro de Raúl Mayor

Raúl Mayor, tras formarse en Bellas Artes y especializarse en animación 3D, se encontró en una situación complicada cuando la crisis económica golpeó al sector de la arquitectura. "Después de la crisis inmobiliaria, pues claro, muchísimo trabajo cayó, se dejó de construir, se dejaron de hacer este tipo de cosas".

Buscando una actividad con más contacto humano, Raúl descubrió la antigimnasia. Tras formarse durante dos años, abrió su propio centro en Portugalete. "Da miedo al principio, no tienes nada realmente, no tienes que ver si lo que estás haciendo, en lo que estás invirtiendo tu tiempo, tu esfuerzo y tu dinero, va a funcionar o no".

Su centro, ubicado en la calle María Díaz de Aro, cerca del Puente Colgante, cuenta con dos plantas y tres espacios para la práctica. Además de antigimnasia, ofrece servicios complementarios como yoga, danza oriental, fisioterapia y talleres de psicología, siguiendo una filosofía integral que concibe el cuerpo y la mente como una unidad indivisible.

Para aquellos interesados, el centro organiza jornadas de puertas abiertas gratuitas. "No me parece honesto el que la gente empiece a practicarlo sin saber realmente lo que es". La próxima jornada está programada para el sábado a las 11 de la mañana en Portugalete. Para más información, se puede visitar la página web www.centroaguas.com.

Conclusion

Se invita a una jornada de puertas abiertas el sábado a las 11 de la mañana en Portugalete para probar la antigimnasia de forma gratuita.


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